En primer lugar debemos tener cuidado con los productos químicos que aplicamos, evitando en todo momento los que tienen lavanda. Este producto químico reacciona con el inoxidable y puede perjudicarlo sin vuelta atrás. No son los más habituales, pero conviene ser precavido.
Las manchas de dedos nos las encontramos cerca de la manilla. Para poder eliminarla debemos tener en cuenta el acabado de acero inoxidable de nuestra puerta. Este puede ser brillo o satinado. Contrariamente a lo que se piensa, es mas limpio el brillo que el satino. En el brillo tenemos una superficie completamente lisa, por lo que solo necesitamos un trapo ligeramente humedecido para eliminar en una o dos pasadas las manchas de dedos. El satinado tiene una superficie con microsurcos que es ligeramente menos lisa que la anterior. Por tanto, a la hora de limpiar, debemos realizar tres o cuatro pasadas para tener un resultado satisfactorio.